La experiencia del nómada: aprendizajes y enseñanzas en tu año sabático

Cuando te subas al avión, deberás mentalizarte de que tu estilo de vida tomará un giro importante. La vida del “nómada” no es algo sencillo al comienzo y seguro no es algo para todo el mundo. Hoy te vengo a mostrar por qué es una experiencia linda que te hará crecer mucho como persona.

Al principio, esto de andarse moviendo por hostales y piezas de staff puede ser un poco chocante. Depende de la suerte que tengas, probablemente te toquen habitaciones o baños que desafíen tus estándares de higiene antiguos. Siempre hay que estar buscando y exigiendo una calidad de vida decente y digna donde sea que te hospedes, sin embargo, hay que estar preparados de que muchas veces tu ‘única opción’ no es lo que esperabas. Al mal tiempo, buena cara. A mí me ha tocado de todo, lugares muy buenos y muy malos. Lo bueno de esto es que realmente aprenderás a apreciar lo que muchas veces dabas por sentado antes, tendrás una buena lección de realidad de cómo realmente viven las personas de todas clases a través del mundo.

Hay gente que no es capaz de vivir como un nómada, y esto no será un impedimento para viajar. Hay gente que prefiere quedarse todo su sabático en una ciudad y arrendar algo, o irse moviendo cada 3-4 meses arrendando departamentos por la vida, lo cual es completamente válido.

Para mí, la verdadera experiencia sabática se encuentra en conocer la mayor cantidad de culturas y personas. Para esto, moverse y trabajar en diferentes hostales y voluntariados es la mejor forma de lograr hacerlo a largo plazo gastando verdaderamente lo mínimo.

En esto de voluntariar te pueden tocar hospedajes muy buenos como muy deficientes, aquí hay que ir viendo y hacerse valer si no te sientes cómodo hablar o encontrar otra alternativa/voluntariado. Lo único que debes tener bien presente es que muchas veces no tendrás más opción y tendrás que quedarte un par de noches en algún lugar que no te guste… mente abierta y para adelante. Nadie dijo que ‘mandarse a cambiar’ es algo fácil.

Dentro de mis viajes, mis estándares de higiene, privacidad y orden han evidentemente disminuido, sin embargo, mi fortaleza mental y cosmovisión del mundo ha incrementado en un 1000% 

Tuve la suerte de crecer en un entorno en el que nunca me faltó nada y me sentí cómodo. Es fácil desarrollar una falsa imagen de la sociedad y de las personas, sentirse arriba de un pedestal imaginario y nunca sentarse a reflexionar realmente cómo es que funciona el mundo en verdad.

Me ha tocado trabajar en todo lo que te puedes imaginar, pasé de un trabajo ejecutivo profesional a hacer lo que ‘sea necesario’ donde me esté quedando. Me ha tocado animar, liderar toures, cocinar, limpiar, jardinear, atender barras, entre muchas otras cosas. haciendo esto lograrás dignificar el trabajo básico y nunca más darlo por sentado. Después de limpiarle la mugre al resto suficientes veces pensarás dos veces cuando a ti te toque dejar limpio o sucio. 

La clave para completar la metamorfosis y ser un verdadero nómade es el desapego a lo material. De ahora en adelante tu interés serán únicamente las personas y las experiencias. La ropa se te va a manchar y perder, la pantalla del celular se te va a romper, los zapatos se te van a gastar y los RayBans se te van a rallar. Ahora no estás en tu casa, te vas a estar moviendo y te darás cuenta que tus posesiones tienen vida útil… que mejor forma de gastarla que viajando, hay que perder el ‘dolor de guata’. 

Lo mismo con las cosas que dejaste atrás, quédate con las personas y las experiencias. Lo material no trasciende. Desde que me fui de Chile y tengo un buen tiempo cómo nómade te digo con orgullo que lo único que extraño es a mi familia y a mis amigos. No extraño ni mi cama matrimonial ni mi ducha ni mi televisor… lograr esto es importante para encontrar la comodidad en la incomodidad. 

La única cosa material que extraño es mi guitarra, sin embargo, casi siempre encuentro una en los hostales que me quedo. Hay muy pocas cosas materiales que aportan algo más trascendental que la comodidad del momento, y encontrarás la forma de encontrarlas siempre en el camino.

Lo último que aprenderás -que es de suma importancia- es a vivir en el momento. El famoso ‘Carpe Diem’ que hasta suena un poco Cliché es una habilidad clave, que los Nómades logran dominar con facilidad. Al moverse tanto y al quedarse por semanas o meses en ciertos lugares desarrollarás vínculos muy fuertes que no siempre serán posibles de mantener, es algo triste, pero a la vez muy bello. Recién te mostré que tus recuerdos de los lugares serán las experiencias y las personas. Cuando hay una experiencia o conexión que merece ser prolongada, podrás hacerlo. Sin embargo, no dejamos de ser personas con tiempo limitado, no es humanamente posible mantener cada relación que creamos. La mayoría de las personas que conozcas estarán siempre ahí en caso de necesitarlas, pero casi todas no pasarán a ser más que un recuerdo. 

En vez de lamentarse por las despedidas, enfócate en lo lindo de conocer personas nuevas todos los días. Aprende a aprovechar al máximo a los amigos y amores que te toque conocer, viviendo en el minuto… sin importar si la vida los cruzó por días, meses o años.

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Santiago, Chile

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